Verano, esa estación que tanto gusta.
Esos días soleados en la playa, tumbados en la arena, sin preocupaciones.
Esos días en los que apenas llueve, en los que suele hacer altas temperaturas.
Te vistes de corto, con colores claritos. Te pones ha hacer el tonto en el agua de la playa con los amigos o bien a tomar un helado en una terraza o directamente en la toalla.
Esa estación en la que los días son grandes, y por lo tanto, puedes estar en la calle hasta altas horas sin que el frío te haga pasarlo mal.
Esa estación en la que todos quieren vacaciones, pero a los que casi nadie se les puede conceder tenerlas.
Verano en el que te apetece salir de compras, puesto que en los escaparates hay cosas innovadoras, cosas que te atraen, que te fascinan.
Te apetece salir, estar en la calle con tus amigos o bien con tu familia.
Hacer viajes, muchos viajes y traer recuerdos.
Pero.. esta estación solo dura dos meses y medio, y después de todo lo vivido ese tiempo, toca volver a clase.
Toca aplicarse mucho, si para el año quieres volver a disfrutar igual o más.
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