Una casita en un pueblo perdido, un café preparado con espuma, los pies descalzos sobre el sofá, la radio de fondo y una conversación que dura horas que parecen apenas unos minutos. Risas e historias compartidas, anécdotas, cuadros, pinturas, música, viajes, libros… Diferentes.
Todo sacado como de un túnel del tiempo. Una sonrisa con mucho que contar y una personilla con curiosidad y ganas de escuchar.
Conocer a gente nueva que te estimula de forma nueva.
Ser como cenicienta y retirar a las 12. Estar en Londres a 30 minutos de casa. Swing y música cubana de vuelta a casa.
No tener(te) alergia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario